Mike Arnett y su esposa adoptaron a su hijo en 2009 cuando el niño tenía ocho meses de edad. Ahora de 13 años, su hijo se mece en un columpio en su hogar en Dacono. (Olivia Sun, The Colorado Sun vía Report for America)
Índice del capítulo: Capítulo Uno | Capítulo Dos | Capítulo Tres | Capítulo Cuatro | Capitulo Cinco
Los gastos no eran la preocupación principal en 2018 cuando Tracy y Allen Alexander decidieron ofrecer un hogar temporal a tres hermanos, de 3, 5 y 10 años. Pero después de que los niños llegaron, seguidos de dos bolsas de basura con sus pertenencias, los costos rápidamente empezaron a sumarse.
Tracy, una maestra, tenía un automóvil pequeño. Ahora estaba arrendando una camioneta. La pareja solía ir a Costco una vez cada tres meses. Ahora, estaban gastando entre $800 y $1000 mensuales para alimentar a niños en crecimiento. El hermano mayor estaba retrasado en la escuela. Gastaron $6,000 por un año de servicios de tutoría. Otros $10,000 se usaron para convertir el sótano en una habitación para uno de los niños. Otros $8,000 se usaron para pagar el deducible del seguro cuando el niño inundó el sótano.
En una ocasión, un funcionario del Condado de Larimer le dijo a la pareja que los costos eran su responsabilidad.
“‘Cuando adoptas a niños en custodia temporal, los estás aceptando como si fueran tuyos’”, el funcionario dijo, Allen recuerda.
El comentario sorprendió a la pareja.
Si hubieran dado a luz a estos niños, los padres pensaron, no los hubieran golpeado. Tracy no hubiera tomado alcohol durante el embarazo. Los niños no tendrían “trauma”.
“Esta es no es una situación normal”, Allen dijo.
En Colorado, las familias adoptivas obtienen un subsidio para ayudar con los gastos de criar a niños que quizás tengan necesidades psicológicas intensas. El gobierno federal y el estatal cubren la mayor parte del costo, y el condado contribuye con un 10 por ciento.
Pero las negociaciones suceden a nivel condado. Los Alexander no lo sabían, pero estaban en uno de los condados más tacaños en el estado: el Condado de Larimer.
¿Qué son las adopciones “interrumpidas” y “disueltas”?
A una adopción se la considera interrumpida cuando el niño reingresa al sistema de custodia temporal después de que la adopción se finaliza, o cuando se coloca a un niño en un hogar adoptivo y el proceso de adopción se cancela antes que la adopción se finalice.
Una adopción se disuelve cuando los padres adoptivos cortan legalmente los lazos con su hijo adoptivo en la corte. El niño entra al sistema de custodia temporal y puede ser adoptado por otra persona.
Colorado figura entre solo un puñado de estados donde los condados establecen totalmente los pagos de asistencia para la adopción. Históricamente, han existido amplias desigualdades en las cantidades que los condados pagan, si es que pagan algo, según un informe publicado en 2017 por la Ombudsman de Protección Infantil del estado. Hasta este año, los pagos variaban de $180.29 mensuales en el Condado de Baca a $1,015.05 mensuales en el Condado de Dolores. Tomando en cuenta a todos los condados, cada una de las adopciones subsidiadas federalmente en Colorado recibió alrededor de $4,095 el año fiscal pasado—entre las cantidades más bajas a nivel nacional, según datos federales.
Las familias que reciben subsidios para la adopción tienen una probabilidad tres veces mayor de interrumpir la adopción, con el niño adoptivo regresando al sistema de custodia temporal, en comparación con aquellas que no reciben subsidios. Esto según un estudio realizado por una colaboración de la Universidad Estatal de Colorado, el Departamento de Servicios Humanos de Colorado y 11 departamentos de servicios humanos en los condados. Eso quizás sea así porque, para empezar, es más probable que las familias y los niños con mayores necesidades obtengan subsidios.
Colorado reformó sus reglas sobre la asistencia para adopciones después de que el informe de 2017 se publicara, y está trabajando para estandarizar el proceso en todo el estado.
Pero no hay dinero nuevo disponible para ayudar con adopciones. Y algunos padres dicen que el problema más difícil de tratar—la falta de servicios para la salud mental—sigue existiendo. La necesidad de esos servicios es especialmente grave en el 73 por ciento del estado que abarca condados rurales o fronterizos. En un informe que comparó la demanda de servicios para la salud mental con los servicios disponibles en todo el país, Colorado ocupó el último lugar entre los adultos y el 13º lugar entre los niños.
“Debido a sus diagnósticos, debido a lo que han sufrido, debido a su edad o debido usualmente a una combinación de todos estos [factores], estos son niños presentan un obstáculo para la adopción”, dijo Timothy Eirich, un abogado cuyo despacho con sede en Denver se especializa en adopciones.
“Algunos de estos niños tienen tales necesidades que realmente afecta cada aspecto de las vidas de las familias, en tal medida que algo tan simple como lograr que un niño se vista y salga de casa es un evento que dura dos horas”.
En el Condado de Phillips, Samantha Jacobs adoptó a dos niños después de que el hermano de estos muriera por lesiones cerebrales causadas bajo el cuidado de su madre. Su madre se declaró culpable de abuso infantil y fue sentenciada a 25 años de prisión.
El hijo mayor de Jacobs enfrentó desafíos. Amenazó con matar a su hermano y a sus padres adoptivos. La familia y a veces su trabajadora de caso los llevaban manejando a él y a su hermano 150 millas hasta Greeley para que vieran a un terapeuta. Después de que lo pusieron en un centro de tratamiento con alojamiento, manejaban casi tres horas para visitarlo y hacer terapia familiar. Jacobs y su esposo más adelante adoptaron a otra pareja de hermanos en el Condado de Montrose que también iban a terapia. Años después de que el niño mayor se fuera de la casa, los otros niños todavía se asustan cuando escuchan que alguien grita.
“El dinero del subsidio, solo desaparece porque necesitas tantos servicios para los niños”, Jacobs dijo. “Por supuesto, amo a mis hijos, y amo lo que hemos logrado al final. Pero no se lo recomiendo a las personas. No lo hago. No puedo. No es algo que la gente normal pueda ni siquiera entender”.

El gobierno federal empezó a subsidiar pagos de asistencia para adopciones en 1980, con el objetivo de prevenir que los niños se quedaran esperando en el sistema de custodia temporal. Los pagos mensuales deben ser más bajos que aquellos que reciben los padres temporales, y deben basarse en una negociación que tome en cuenta tanto las necesidades del niño como las circunstancias de la familia adoptiva.
Los condados también pueden ofrecer servicios de caso—o reembolsos por servicios como de tutoría y guardería—además de dinero para cubrir costos de abogados, nuevas actas de nacimiento u otros costos relacionados directamente con la adopción. Los niños adoptados reúnen requisitos para obtener Medicaid, un seguro médico patrocinado por el gobierno, hasta los 18 o 21 años de edad.
Los Alexander recibieron entre $3,500 y $4,000 al mes por los tres niños mientras estaban en custodia temporal. Conforme dieron pasos para adoptarlos, el Condado de Larimer presentó su oferta de asistencia para la adopción.
Incluyó Medicaid, y hasta $2,000 por niño para los gastos de adopción. Pero no incluyó dinero para servicios de caso ni un subsidio mensual.
Brian Boatright, presidente del tribunal supremo de Colorado, anuncia la 17a celebración anual del Día de la Adopción en Denver en 2022, cuando 18 familias adoptaron oficialmente a 20 niños de Denver. (Olivia Sun, The Colorado Sun vía Report for America)
Capítulo Dos: “Lo que estoy pidiendo es una gota en la cubeta”
Las negociaciones sobre la asistencia para adopciones pueden ser tensas. Los padres adoptivos quizás se sientan incómodos hablando de dinero cuando están ansiosos de finalizar una adopción. La percepción de que los padres temporales y adoptivos están aceptando a niños por dinero agregan al estigma de pedir más ayuda financiera. Los funcionarios del condado pueden contribuir a ese sentimiento de culpabilidad.
Eirich, el abogado, una vez representó a una madre que presentó un presupuesto que incluía comida saludable para una adolescente adoptada, quien entre varios problemas, tenía desafíos con su peso.
Adopciones fracasadas en Colorado
A cientos de niños en el sistema de custodia temporal de Colorado les fallaron dos veces—primero cuando sufrieron abuso y negligencia y tuvieron que ingresar al sistema, y otra vez cuando esas adopciones fracasaron y los niños reingresaron al sistema. A través de docenas de entrevistas con familias adoptivas, adultos jóvenes a quienes los enviaron otra vez al sistema, defensores de niños y representantes del sistema de bienestar infantil, The Colorado Sun encontró que existe una falta de apoyo tanto para los niños como para los padres.
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“Recuerdo claramente que la mujer con la que estábamos negociando … estaba diciendo cosas ofensivas como: ‘Yo no gasto ese tipo de dinero en comida. Yo no compro esa comida de alta calidad’”, Eirich relató. “Mi cliente respondió: ‘No estoy haciendo esto por el dinero. Lo que estoy pidiendo es una gota en la cubeta [en comparación con] lo que yo pago de mi propio bolsillo’”.
Las conversaciones se han vuelto menos “ofensivas” en los últimos 10 años, Eirich dijo. Pero todavía existen diferencias entre un condado y otro. En comparación con los condados urbanos que manejan muchas adopciones, algunas regiones rurales quizás solo tengan un trabajador de caso que responde a llamadas por violencia doméstica, ayuda para encontrar vivienda subsidiada y maneja una adopción de vez en cuando.
Las experiencias pueden variar entre una familia y otra aún en condados de tamaño similar.
El Condado de Larimer, por ejemplo, empieza cada negociación con la misma oferta de asistencia: Medicaid sin un subsidio mensual. Desde el año fiscal 2001, el condado ha liderado el estado por no proporcionar subsidios a padres adoptivos, limitándolos a contratos solo con Medicaid en un porcentaje mucho mayor que por lo menos 55 condados de Colorado. (Los datos de los condados restantes no pudieron determinarse debido a las pocas adopciones que manejan.) Casi 460 de los acuerdos en el condado han sido solo con Medicaid, en comparación con 482 que incluyeron subsidios, según datos del estado
En contraste, de los 1,306 acuerdos de asistencia para la adopción en el Condado de Mesa durante las dos últimas décadas, 35 han sido solo con Medicaid, según datos proporcionados por el estado.
Abigale Aster Stafford recuerda que funcionarios del Condado de Larimer la amenazaron con encontrar a otra familia para que adoptara a los niños que ella ya tenía en custodia temporal, cuando negoció su asistencia para la adopción en 2019. Stafford y su esposo recibieron a los niños—un niño de 3 años que no hablaba y cuyo trabajador de caso dijo que era sordo, y una niña de 9 meses que había pasado la mayor parte de su vida en un asiento infantil—en 2015. Stafford quería ofrecer un hogar temporal y “ayudar a niños en situaciones difíciles” porque a ella la abusaron de niña y “quería ser [la persona] adulta” que no tuvo en su infancia.
El condado aceptó reembolsar a la familia hasta $11,000 al año por los dos niños. Stafford monitorea los recibos cada mes y se los envía al condado para solicitar el reembolso. Los requisitos y el formato del proceso para presentar gastos han cambiado alrededor de media docena de veces en tres años, y el reembolso puede tardar de dos a tres meses, dijo.
Cuando le pidió al condado más asistencia y que esta se distribuyera mediante un subsidio mensual en lugar de con servicios de caso, la especialista en adopciones del Condado de Larimer dijo que su supervisor estaba indeciso.
“No está de acuerdo con que cambiar los servicios de caso a un pago mensual se justifique solo para aliviar la carga administrativa del proceso de reembolso”, la persona le dijo a Stafford en un mensaje electrónico reciente.
La semana pasada, después de cuatro meses de negociaciones, el condado aceptó la solicitud de la familia.
Hay diferencias en el proceso de negociaciones del condado para adaptarse a las familias, dijo Jill Maasch, una vocera del departamento de servicios humanos del Condado de Larimer. Si una familia quiere más asistencia que Medicaid, le piden que complete un cuestionario o quizás le hagan preguntas adicionales sobre su solicitud.

“Hacemos una oferta enmendada según sea necesario. Este proceso usualmente tarda en promedio una o dos semanas dependiendo de muchos factores en el proceso”, Maasch dijo en un mensaje electrónico. El condado con frecuencia ofrece servicios de caso, que a veces duran hasta que el niño adoptado cumpla 18 o 21 años de edad.
“La asistencia para adopciones está diseñada con el objetivo de apoyar las necesidades singulares de los niños, no para proporcionar un incentivo financiero para adoptar a un niño”, dijo.
Capítulo Tres: familias reciben más de lo esperado
Aunque algunas familias terminan las negociaciones de un subsidio para la adopción con mucho menos de lo que esperaban, otras reciben más de lo esperado.
Jackie Brochu, una madre por mucho tiempo de niños en custodia temporal con la agencia Kids Crossing en Colorado Springs, recibió un subsidio de $3,000 al mes por una niña de 16 años que adoptó del Condado de Denver este año. Brochu, de 60 años, dijo que ni siquiera tuvo que discutir. La trabajadora del Departamento de Servicios Humanos de Denver conocía la historia de la familia de la niña y le ofreció lo que necesitara.
“Todo. Hasta para que la niña se hiciera el cabello porque es afroamericana”, Brochu dijo. “Deportes. Comida. Ropa. Si yo necesitaba cualquier cosa médica adicional. Honestamente, fue como todo”.
En el Condado de Adams, Leon Wittner dijo que los funcionarios de servicios humanos entendieron cuando se esposa durante 37 años se enfermó de cáncer. Murió en 2021. El condado aceptó cubrir algunos de los costos por una niñera para sus cinco hijos adoptivos, quienes son todos hermanos entre sí, aunque Wittner al final no tuvo que contratar a una.
Ese tipo de asistencia y flexibilidad permitió que Wittner y su esposa criaran a sus hijos adoptivos.
“Si no hubiéramos tenido algún tipo de asistencia, no hubiéramos podido [cubrir los costos]”, dijo Wittner, de 61 años.
Le habían advertido que no negociara con el condado sin abogados presentes. Dice que le dijeron que “lo único que van a hacer es darte Medicaid y luego vas a quedarte solo”.
“No fue para nada verdad”, Wittner dijo.

Escuchamos todo el tiempo—y lo odiamos—‘Oh, son unos santos. Han cambiado las vidas de estos niños’. Solo queríamos ser padres y esta fue la forma como a nosotros nos pasó.
— Tracy Alexander, quien adoptó a tres niños con su esposo
Funcionarios estatales dicen que reformas recientes tienen como objetivo asegurar la concordancia en el proceso a nivel estatal. El objetivo no es aumentar los subsidios para todos ni eliminar completamente la variación entre los condados.
Una familia de Grand Junction que debe visitar regularmente un hospital de niños, por ejemplo, necesita mucho más tiempo para ir a las citas que una familia en Aurora que vive justo al lado de un hospital pediátrico, dijo Korey Elger, administradora de protección de menores con el Departamento de Servicios Humanos de Colorado.
“Tu asistencia será diferente porque tendrás que conducir por horas—quizás una, dos, tres veces al mes—para ese servicio en particular”, dijo. “Eso será diferente si vives en Aurora y es una traslado de cinco minutos a ese servicio que puedes hacer muy fácilmente”.
“Debe ser una conversación”, Elger dijo. “No debe ser: ‘recibes esto por esto’”.
La expectativa es que, aunque algunas familias reciben más dinero usando la herramienta creada por las reformas estatales, otras recibirán menos.
Pero las familias que ya probaron la herramienta, recibieron considerablemente más asistencia para la adopción, lo cual hace que surjan preguntas sobre si los costos en general para el estado y los condados aumentarán.
Un memorándum interno estatal encontró que si cada niño en Colorado recibía la mitad del paquete máximo de asistencia para la adopción, costaría $2.8 a $5.7 millones adicionales a lo largo de dos años, un aumento del 68 al 139 por ciento.
Colorado gastó $46 millones y tuvo 777 acuerdos de asistencia para adopciones al principio del año fiscal pasado. El 36 por ciento de esos acuerdos no incluyeron un subsidio mensual.
El Condado de Larimer ya observó más solicitudes de asistencia para adopciones, incluidas solicitudes de fondos para ayuda con la tarea, el transporte y terapia en el hogar, Maasch, la vocera del condado, dijo en un mensaje electrónico. Los fondos salen del mismo presupuesto que otros gastos para la protección de menores y los servicios familiares.
“Los condados están tratando de proporcionar tanta asistencia como sea posible a todas las familias cuando haya una necesidad justificada, mientras balanceamos nuestros fondos asignados para todos los servicios de bienestar infantil y la responsabilidad fiscal a nuestros contribuyentes”, dijo.
Los funcionarios estatales y del condado estarán obligados a usar la herramienta a partir de la próxima primavera. La probarán por cerca de un año y realizarán las modificaciones necesarias.
El hijo de Mike Arnett se pone sus zapatos en su jardín trasero en Dacono. Mike Arnett y su esposa lo adoptaron en 2009 cuando el niño tenía ocho meses de edad. (Olivia Sun, The Colorado Sun vía Report for America)
Capítulo Cuatro: Posibilidad de mayores costos
Michael Arnett recibió alrededor de $400 al mes del Condado de Mesa para cuidar a un bebé de 8 meses que adoptó en 2009. El niño sufrió de abuso que lo dejó con daños cerebrales permanentes. Los médicos pensaban que nunca iba a poder masticar alimentos, hablar ni pararse.
Arnett, un ingeniero, aceptó una reducción del 50 por ciento en su salario para tener la flexibilidad suficiente como para llevar al niño a sus citas médicas. Él y su esposa se divorciaron, en parte debido al estrés de criar al niño. Ahora viven lejos el uno del otro, pero todavía comparten la crianza del niño.
Ahora con 13 años, al niño le encanta la música, bailar por todas partes y nadar—pero, debido a sus ataques epilépticos, principalmente juega en parques de agua en lugar de piscinas. Es incontinente, suele destruir ropa y artículos en el hogar, y usa zapatos ortopédicos especializados que son costosos. Es difícil para Arnett salir con el adolescente porque es sensible a los sonidos muy fuertes y las multitudes. También es difícil encontrar a una persona capacitada para que lo cuida y sepa manejar al niño, especialmente ahora que ya creció. Han terminado en la sala de emergencias porque el niño se ha lastimado a sí mismo o a Arnett. En el hogar, está pegado a Arnett las 24 horas del día.
Cuatro años después de que Arnett y su esposa se divorciaran, Arnett le preguntó al Condado de Mesa si podían aumentar el subsidio ya que ahora estaba criando a un niño con un solo ingreso. Había estado acumulando cientos de dólares de deudas con sus tarjetas de crédito cada mes tratando de cuidar al niño.
“Me dijeron claramente”, Arnett recordó, “[que] lo máximo que nos podían dar son $5 [más] al día”.
Más tarde, Arnett se comunicó con Deborah Cave, una madre adoptiva y directora de la organización sin fines de lucro Coalición de Familias Adoptivas de Colorado. Ella le dijo que el estado estaba trabajando en una herramienta de asistencia para adopciones y lo animó a completarla como prueba. El subsidio mensual de Arnett se duplicó a un poco más de $1,000, dijo.

Un memorándum interno estatal encontró que si cada niño en Colorado recibía la mitad del paquete máximo de asistencia para la adopción, costaría $2.8 a $5.7 millones adicionales a lo largo de dos años, un aumento del 68 al 139 por ciento.
Ahora está pagando las deudas de sus tarjetas de crédito y tratando de crear una cuenta de ahorros para el niño, para que tenga un colchón financiero cuando Arnett muera.
Los oficiales del condado fueron amables y profesionales. Pero inicialmente “no hubo ninguna discusión sobre, ‘Oh, puedes recibir entre $1 y $500’”, recordó. “Dijeron: ‘Este es el pago. Esto es lo que damos’. Y te quedas como: ‘OK’. No sabes más”.
Cave dijo que los funcionarios del condado apoyaron la renegociación. Ella quisiera que existiera un grupo independiente de defensa que pudiera hacerse cargo de su trabajo de voluntaria para ayudar a las familias adoptivas.
“Creo que el hecho de que exista una necesidad para este nivel de defensa indica que los protocolos anteriores no eran apropiados”, dijo.
Los funcionarios del Condado de Mesa no respondieron a preguntas solicitando sus comentarios.
Los Alexander este verano probaron la misma herramienta en el Condado de Larimer, gracias a la sugerencia de Cave. Allen examinó línea por línea tratando de cuantificar lo mucho que había cambiado la situación financiera de la pareja en los casi cinco años desde que empezaron a cuidar de los niños a través del sistema de custodia temporal. Esperan finalizar la adopción el 18 de noviembre.
Los tres niños habían llegado delgados y pálidos.
El mayor había sido estudiante en el salón de tercer grado de Tracy, un niño flaco que parecía haber “tenido una vida dura”, ella recordó. Siempre tenía hambre. Un día, llegó a clase con la capucha de su sudadera puesta, llorando porque le habían rapado el pelo de forma desfavorecedora. Otra vez, se deprimió cuando un abrigo de invierno que la escuela le había dado se desagarró.

Tracy tenía un cajón lleno de bocadillos para darle. Costuró su abrigo y, al poco tiempo, un par de sus otras prendas de ropa. Le cortaba el cabello. Cuando al niño y a sus hermanos menores los sacaron de la custodia de su familia biológica, Tracy y Allen fueron a un bar, bebieron una bebida fuerte y decidieron obtener la custodia temporal y luego adoptar a los tres niños.
El hermano mediano llegó primero. Esa noche, le preguntó a Tracy si podía comer un poco del queso que había sacado para hacer pizzas para cenar. El niño de 5 años inclinó el tazón hacia su cara y se comió el queso a boca llena. Tracy todavía tiene una fotografía de él que tomó esa noche, con los pedazos de queso pegados a sus pestañas.
Criarlos ha sido absorbente, los Alexander dijeron.
Tienen que mantenerse al tanto en todo momento del niño mediano. El niño, quien de más joven agarró un cuchillo de la cocina y amenazó con matar a sus abuelos, a veces come tan rápido que vomita.
El menor tiene tono muscular débil por haber pasado los primeros tres años de su vida en una cama o cargado. Ahora con 8 años, se hace encima si los Alexander no le recuerdan que vaya al baño.
Allen dijo que su hogar, lleno de fotografías de la familia con los niños de vacaciones, carteles celebrando a la familia y la integridad, y tablas con sus tareas del hogar, puede sentirse como una “casa embrujada” debido a los cambios de humor de los niños.
“Nunca sabes si algo va a salir de repente o [si alguien va a] tener un berrinche”, dijo.
En febrero, el Condado de Larimer presentó una segunda oferta de asistencia para adopciones. El condado les reembolsaría hasta $3,200 al año en servicios para el niño menor, $9,600 para el mediano y $2,300 para el mayor, los Alexander dijeron.
Allen volvió a negociar usando la nueva herramienta del estado. Con esta, a la familia le ofrecieron $3,878 al mes por los tres niños—alrededor de $35,000 más al año que la oferta anterior. Dos de los niños recibirán cada uno $2,000 adicionales al año para servicios de tutoría y deportes.
Capítulo Cinco: “Todos se fueron a la bancarrota”
Las familias dicen que más asistencia para adopciones puede ser crucial. Pero varios condados dijeron que pocas de sus adopciones se deshacen a pesar de las cantidades relativamente bajas que distribuyen en subsidios mensuales.
El Condado de Larimer tiene la segunda cantidad más baja de adopciones interrumpidas o disueltas entre 11 condados metropolitanos, el condado dijo. Los funcionarios atribuyen esto, en parte, a su inversión en programas de prevención.
El Condado de Broomfield no ha tenido ninguna adopción disuelta entre 2001 y finales de 2021, y tuvo menos de 12 adopciones interrumpidas durante este período, de un total de 93 adopciones. El condado ha proporcionado entre los subsidios mensuales más bajos, en promedio, comparado con condados de tamaño similar en los últimos seis años.
“Aunque los subsidios ayudan con la estabilidad de la adopción, el dinero no es lo único que puede asegurar adopciones exitosas”, dijo Tiffany Ramos, gerenta de Servicios Infantiles, Adultos y Familiares en el departamento de servicios humanos del condado. Dijo que la variedad de servicios que las familias reciben antes y después de la adopción ayudaron.
Aumentar la cantidad de la asistencia para adopciones también puede aumentar el espectro de déficits presupuestarios en condados cortos de dinero o para el estado.
Los fondos federales gastados a nivel nacional en pagos de asistencia para adopciones aumentaron de $400,000 a principios de los años 1980 a $1.3 billones 20 años después. Los subsidios mensuales aumentaron casi en un 600 por ciento en Colorado entre 1992 y 2001, y la cantidad de niños que reciben subsidios aumentó de un poco más de 900 a más de 4,000 en ese mismo período.
A principios de los años 2000, preocupaciones con los costos llevó a varios estados a recortar los pagos de asistencia para adopciones. En Colorado, una auditoría estatal en 2002 apeló a su división de bienestar infantil para que “animara el uso de subsidios de bajo costo” y destacó favorablemente a un condado que colocaba a cerca del 95 por ciento de sus niños adoptivos sin un subsidio más allá de Medicaid.
El Condado de Denver, donde los funcionarios de servicios humanos buscaban darles a las familias todo lo necesario para que las adopciones fueran exitosas, terminó intentando reducir la cantidad prometida en subsidios. Un patrón similar se desarrolló en el Condado de El Paso, donde los funcionarios habían ejercido presión para sacar a los niños del sistema de custodia temporal.

Connie Vigil, supervisora de adopciones en el Condado de Denver hasta 2005, dijo que veía a los niños y “sentía que debíamos darles todo lo que podíamos”. Después Vigil se convirtió en la administradora del programa de adopciones para el departamento estatal de servicios humanos y ayudó a desarrollar la nueva herramienta de asistencia para adopciones.
“Como soy una trabajadora social en lugar de una contadora, no importó para mí cuánto costara”, dijo. “Quedó claro que mi filosofía no llevaría a balancear el presupuesto”.
A principios de los años 2000, los subsidios estaban sumando $2.4 millones más que lo establecido en el presupuesto del Condado de Denver, según las apelaciones de una familia adoptiva cuyo subsidio mensual se estaba reduciendo por la mitad.
“Obviamente no vamos a negar que el punto en cuestión es el dinero”, un abogado con el departamento de servicios humanos de Denver dijo en 2003.
Una carta que un grupo de defensa envió en 2005 al departamento de servicios humanos del estado mencionó que a las familias las estaban presionando en llamadas telefónicas y “reuniones de negociación” para que aceptaran reducir sus subsidios actuales. Las llamadas eran intimidantes y a veces duraban más de una hora, la carta decía. En las reuniones en persona había cinco a siete empleados del condado. A algunas familias les decían que sus subsidios se reducirían a $25 al mes si no podían proporcionar ciertos documentos. A otras les decían que quizás no podrían adoptar si no aceptaban disminuir sus subsidios.
Funcionarios en el Condado de Jefferson le dijeron a una mujer que si no aceptaba un pago de asistencia de $349 al mes no le permitirían avanzar con la adopción.
Cuando la Ombudsman de Protección Infantil del estado empezó a examinar los pagos de asistencia para adopciones alrededor de 2016, cerca de la mitad de los condados en el estado habían establecido límites para lo que las familias adoptivas podían recibir.
El Condado de Logan limitó los pagos de asistencia para adopciones a $900 mensuales. Los condados de Grand y Jackson tenían un máximo de $250 mensuales, según documentos de aquel entonces.
Una familia que estuviera adoptando a un niño con necesidades especiales en Denver quizás recibía hasta $500 al mes. Del otro lado de la frontera en el Condado de Arapahoe, recibía hasta $361. Vigil supo de dos hermanos, en ese entonces de 2 y 3 años de edad, que fueron adoptados en condados vecinos en las Planicies Orientales. Uno recibió $700 al mes en subsidios. El otro: nada más que Medicaid.

Como soy una trabajadora social en lugar de una contadora, no importó para mí cuánto costara. Quedó claro que mi filosofía no llevaría a balancear el presupuesto”.
— Connie Vigil, supervisora de adopciones en el Condado de Denver hasta 2005
Familias en algunos condados recibían poca o errónea información sobre el subsidio que podían recibir. Muchas no entendían cómo se decidía la cantidad del subsidio o por qué había tantas diferencias entre uno y otro condado.
Una familia en el Condado de Otero firmó su subsidio en la corte, durante el proceso de adopción, en lugar de durante una reunión en una oficina donde ese tipo de cosas usualmente se negocian. El trabajador de caso que estaba ayudando a la pareja, Suzanne Ruzich y Bryon Downing, fue comprensivo, pero dijo que no había casi “nada de apoyo” que el condado pudiera ofrecerle a la niña adoptada, quien había sufrido negligencia y abuso sexual. A la pareja le pagaron $9.89 al día por alrededor de dos meses, según archivos del condado.
En muchos casos, los límites de subsidios se fijaban tan bajos que no había negociación. Las familias reunían requisitos para la cantidad máxima aun antes que sus necesidades se tomaran en cuenta.
Legisladores en 2018 aceptaron aumentar la contribución del estado en las asistencias para adopciones, con el objetivo de disminuir la carga en los condados. El condado ahora cubre el 10 por ciento de los costos, en lugar del 20 por ciento.
Algunos condados también han reformado sus procesos de asistencias para adopciones en años recientes e implementado esfuerzos para guiar a las familias adoptivas hacia recursos disponibles.
Los funcionarios de los condados tienen un interés particular en que las adopciones sean exitosas, dijo Roxanne Sabin, una gerenta de programas de servicios humanos para el Condado de Jefferson, uno de los departamentos que implementó cambios.
“Estos son niños que han vivido sus peores días—usualmente cuando están siendo traumatizados porque los sacan de sus familias”, dijo. “No queremos que a estos niños los vuelvan a traumatizar por una interrupción de su adopción más tarde”.
Capítulo Seis: Falta de servicios es un problema
Las familias y los funcionarios dicen que existen problemas adicionales que no se arreglarán con los nuevos formatos usados tanto por el padre en el Condado de Mesa como los Alexander en el Condado de Larimer. El problema principal es la falta de servicios para la salud.
Carla Bennett y su esposo, Frank, quienes trabajaban en el sistema público de salud mental, adoptaron a dos niños en Denver en los años 1970 y 1980. El niño menor tenía dificultades para establecer vínculos afectivos con otras personas, y cuando Bennett llamó a su trabajadora de caso para preguntarle qué tipos de recursos existían, recuerda quedar sorprendida con la respuesta: “No sabía de ningún terapeuta a quien nos pudiera recomendar”.
“Fue un realmente un shock”, recordó Bennett, quien más tarde se dedicó a abogar a favor del bienestar infantil y la reforma de adopciones en Colorado. “Me hizo darme cuenta de que, ‘Hmmm, si van a colocar a estos niños con familias, sería bueno que supieran bien qué hay disponible en la comunidad para ayudarlas”. La pareja recibió un subsidio de $200 al mes para un niño y ningún subsidio para el otro.
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Tres décadas después, Jacobs, la mujer que adoptó a dos parejas de hermanos, enfrentó desafíos similares. Cave la ayudó a negociar subsidios de $600 y $400 para los dos primeros niños que adoptó, y recibió $600 por cada uno de los otros hermanos que adoptó después—cantidades que, según escuchó, eran generosas para cada condado. Pero ningún funcionario en esos condados tenía “ninguna idea de quién [en la comunidad] realmente puede ayudar”, Jacobs recordó.
En la Ladera Occidental, sus hijos vieron a una terapeuta que aceptaba Medicaid en Telluride, un traslado de 45 minutos en automóvil, hasta que la terapeuta se retiró. Un hijo con trastorno de apego reactivo—una condición en la que los niños tienen dificultades para formar vínculos afectivos con las personas que los cuidan, con frecuencia debido a negligencia en el pasado—vio a varias terapeutas que “no ayudaron para nada”.
Jacobs estaba trabajando como maestra. Su esposo, quien trabajaba de medio tiempo como conductor de autobuses escolares, casi todos los días tenía que llevar a los niños a sus citas y a otras visitas con sus padres biológicos, un viaje de hora y media en automóvil.
“Definitivamente ayudaría si tuvieran una lista de recursos por si, ‘Oh, ¿necesitas más comida” Obtén la comida aquí’”. Jacobs dijo. “Aunque sean servicios fuera del condado, está bien”.
Recientemente estuvo tratando de encontrar una terapeuta otra vez después de que el proveedor más reciente que su hija usaba decidiera dejar de ver a la niña. Jacobs encontró una clase de terapia para madres e hijas que no acepta Medicaid, lo cual significa que ahora la familia está pagando alrededor de $140 por visita, cuatro veces al mes.
“Sería realmente bueno si pudiera ir al condado y decir: ‘Oigan, no tenemos una terapeuta para ella. Verdaderamente necesitamos una. ¿Nos pueden ayudar a encontrar una?’”
Como alternativa, Jacobs apreciaría que el condado aceptara aumentar el subsidio de la niña, como reconocimiento de los costos directos para pagar por terapia.

“Si lo piensas bien, para ver a esta terapeuta, son $400 al mes [que pagamos nosotros]. Bueno, su subsidio es de $600 y sus frenillos cuestan $200 al mes”, dijo. “Solo con eso, el dinero desaparece”.
El acceso a proveedores de salud es un “enorme problema, especialmente en áreas rurales”, dijo Stephanie Holsinger, gerenta del programa de servicios para la protección de adultos y menores en el Condado de Montrose. El borde oeste del condado tiene pocos servicios.
Si las tarifas de los proveedores de Medicaid fueran más altas, “podríamos persuadir a las personas a que vinieran a esta zona”, dijo.
Capítulo Siete: Es “injusto” que algunas familias reciban más
Para los Alexander, el subsidio significa menos estrés por cubrir los costos al final del mes y la habilidad de mantener un estándar de vida decente para los niños.
“Escuchamos todo el tiempo—y lo odiamos—‘Oh, son unos santos. Han cambiado las vidas de estos niños’. Solo queríamos ser padres y esta fue la forma como a nosotros nos pasó”, Tracy dijo. “Lo que hacemos es un trabajo duro y no hay ningún día que pase en el que no estemos batallando con algo de la carga o del trauma con el que llegaron a nosotros”.
La familia ha logrado progresar.
La pareja le enseñó al mayor cómo usar las escaleras mecánicas a los 10 años. Él y su hermano mediano se graduaron de sus planes de aprendizaje individualizados después de que los Alexander pasaran noches ayudándolos con su tarea escolar. Si reprobaban un examen en la escuela, lo volvían a tomar en casa.
La familia tiene una tradición los viernes de asar salchichas afuera y jugar en el jardín. Dos de los niños toman clases de kung fu—más de $1,000 anuales por niño—para que sepan que “nadie los puede lastimar otra vez”, Tracy dijo.
La pareja dijo que hubieran encontrado alguna forma de hacer que la adopción funcionara, sin importar lo que pasara con los subsidios. Pero querían luchar por otras familias que no tienen los recursos financieros ni los conocimientos para pedir más.
Es “injusto que algunas familias reciban más debido a [su] tenacidad”, Tracy dijo.